dolor

Dolor, dolor intenso, parece que dentro de mi cuerpo las cosas se desorganizan ajenas a mi control, no puedo hacer nada y cada una de mis células lucha por sembrar el caos en mi organismo, primero la tiroides, luego los pulmones, ahora las muelas del juicio.
Dolor, dolor intenso. Pérdida del juicio y de la dignidad, parece como si además de un trocito de hueso me hubieran sacado más, me hubieran extraido el alma, de un tirón. No suena bien, venía a una revisión, pues hay que sacar las cuatro. Ya sólo quedan tres, creo que las guardaré y me haré un collar. Ojalá fuera tan fácil sacar ciertas cosas de mi mente, aunque tengan que darme puntos en la cabeza y anestesiarme con cinco pinchazos, cinco veces que la agujita maldita se ha clavado en mis encías y se ha vaciado ejerciendo esa presión que casi te hace perder el conocimiento, y es como si la anestesia hubiese trepado por mis venitas y por un instante creo que se me ha dormido la vista y hasta el cerebro. Por un momento no he sabido distinguir si me íban a quitar una muela o a sacarme la mandíbula directamente. Desde que me caí patinando me hace un ruidito muy raro. Hoy creo que me ha crujido unas 6 o 7 veces, y a cuál peor. Después de notar el afilado bisturí seccionando mis encías, el torno limando las asperezas durante 5 o 10 minutos seguidos, pensé que la cosa no podría ir a peor, entonces y con 4 manos metidas dentro de mi pequeña boquita, el pequeño habitante es desalojado. 4 puntos y listos, hielo, si señores como en las películas, bolsita de hielo 10 minutos y ya te puedes ir, serán unos 1000 € las cuatro muelas, algún empaste y la limpieza de boca rutinaria. Salgo del portal un poco mareada y con media cara dormida y no me encuentro otra cosa (en plena calle mayor) que la cabalgata de reyes. Ruido mucho ruido, niños correteando por todas partes y empotrándose sin piedad contra mi lánguida figura y entonces recuerdo fascinada y horrorizada a la vez que hoy no, que hoy no he comido nada. Sin fuerzas, en medio del bullicio de la puerta del sol el 5 de Enero, camino arrastrada esquivando personas despistadas, respirando el humo del cigarrillo del de delante, con un hambre que dá calambre y además triste. Porque sí. Porque no sé como coño lo hago pero para estas cosas siempre acabo llendo sola. Según voy llegando a casa paso por la farmacia a comprar los antibióticos y los antiinflamatorios, adolquir 25mg y augmentine 875/125mg. 15 € , 2.500 pelas de las antiguas en pastillitas que destrozarán mi estómago, antes de subir a casa recuerdo que no puedo ingerir alimentos sólidos ni calientes en 2 días. Paso por el super del barrio y cual yonki arramblo con los yogures y los danup que veo, de fresa, de limón, me dá igual, si no muero de pena moriré de inanición. Llego a casa y tomo las pastillas. A los 15 minutos se me empieza a pasar la anestesia, ahora no parezco subnormal cuando hablo. Repito se me empieza a pasar la anestesia y DOLOR, dolor intenso. De muelas, de mandíbula, de ojos y de cabeza. También me muero por dentro. Supongo que estas cosas hay que hacerlas cuanto antes y que nunca es un buen momento. A mí no me importa ir sola, ni que me duela, ni tener que repetirlo 3 veces más todavía entre esta semana y la que viene. Lo que me fastidia de verdad es que mi teléfono no suena y cuando suena no lo hace como yo quisiera que sonase.
Dolor, dolor intenso.

Ácida S