28.11.04

estrellas


Si el ser humano no fuera tan estúpido, se daría cuenta que no es necesario tener que perder algo para valorarlo, que lo que merece la pena es apreciarlo por las buenas. Sin necesidad de tener que llegar al dramatismo de lo que es en sí, una pérdida. En algunos casos irrecuperable. Pongamos que además de ser menos estúpido, utilizara esa maravillosa inteligencia que le distingue de los animales, aunque fuera sólo un ratito de vez en cuando, podría llegar a considerar sorprendentemente que no tiene porqué ser el mejor, ni el más listo, ni el más guapo, ni el único y que por supuesto, jamás lo será. Si desecháramos esa idea surrealista de la mente, aparte de ganar mucho mucho tiempo, podríamos llegar en línea recta a la conclusión más bonita de esta historia:
Que cada ser humano no tiene que hacer nada para demostrar que es especial porque eso ya es así, porque no hay otro como él, cada uno es distinto y cualquier intento por exagerarlo arrastra inequívocamente, a la vulgaridad. No necesitas llamar la atención (ser la novia en la boda y el niño en el bautizo) no necesitas hablar más alto que todos los demás para que sólo se pueda oir tu voz. Ni estamos sordos, ni por ello tienen más gracia tus palabras ni más razón. ¿Y qué significan todas esas cosas que te adornan cual arbolito navideño? Demasiado envoltorio indica, a menudo, que lo que hay dentro no tiene mucho valor.
Para ser una estrella no hay que hacer nada de eso. Cualquier disfraz sólo puede provocar carcajadas y vergüenza ajena. Es como la niña fea y regordeta que en carnavales acaba disfrazada de princesa, que terminará el día con el colorete restregado contra el llanto, sintiendose ridícula, burlada y estafada porque quizá la habría gustado más disfrazarse de cualquier otra cosa que no hubiese sido tan materialista. Tan clásicamente cruel. Y que la hiciera sentir tan insegura.
Inseguridad.
El defecto más peligroso que el mundo ha dado. Supongo que los padres no lo planean a conciencia, quiero pensar que no se dan cuenta del daño que hacen. Pero no hay nada peor, que una criatura sometida a la opinión pública y convencida de que pase lo que pase lo importante es qué opinarán los demás. Criatura que luego crece y sale a la calle y siente miedo de que llegue otra "criatura" (a veces en el sentido literal...) y tenga que competir con él.
Y que pierda.
Eso es lo que más asusta a una persona insegura. Perder.
Me pronuncio: perdamos todo. Perdamos las formas, los problemas, la educación, la tristeza, perdamos las ganas de destacar, las joyas, el coche, la casa, el dinero, el envoltorio, perdamos el maquillaje. Perdamos la ropa. Y eso, eso que queda, es lo que hay. El resto es la mentira que hemos creado a nuestro alrededor. Y de esa mentira, cuando te vas, no te llevas nada.

Ácida S




17.11.04

puta

No pasa un día en que no me acuerde de ti. De tus manos. Me pregunto si tu alguna vez piensas en mi. En mis hombros. O si has conseguido por fin olvidarme para siempre. Y olvidar también mi rostro, mis ojos y mis labios. Entierro la cabeza en la almohada, con más fuerza, y me doy cuenta que para ser el día que menos he pensado en tí, resulta que has estado por todas partes. He sentido tu piel y al girarme ya no eras tu, he visto tu mirada en un cristal pero no eran tus ojos, he visto cristales y más... más recuerdos. Oigo tu voz por todas partes. A todas horas. Me pregunto si a tí te sucede algo parecido, si eres capaz de respirar tan fuerte que casi puedes olerme. Y justo cuando estaba intentando entrar en razón, cuando pongo las cosas en su sitio, y escondo todo en armarios, cajas y cajones para evitar el martirio constante de pensarte a todas horas y sentirte en todas partes... Entonces llega un desalmado inoportuno y me pregunta ni más ni menos que por ti. Por ti. Ni más ni menos. Y yo casi exhausta después del susto, de oir tu nombre así, tan violento con todas y cada una de sus letras, tomo aire, respiro todo lo hondo que puedo y contesto.
No lo sé.
Mi frase favorita. Mi gran respuesta.
Es como no pedir nada y recibirlo en abundancia. Una gran nada. una gran mierda que representa con todo detalle lo absurda que puede llegar a ser la vida. Y como querer no es poder porque querer es sufrir [t9=78373783] y no tener. Y si querer es tener alguna vez, entonces tener también es perder. Y yo pierdo todo el tiempo posible concretando lo que quiero, y no me escucho. Hay tanto ruido a mi alrededor que no consigo descifrar todo lo que tengo que decir. A veces intuyo un ligero murmullo. Te imagino cantando tu corazón que tu sabrás donde lo pones pero tienes que entender de tanto hacerme correr me estás tocando los cojones...
Otra vez ruido. Me aislo del mundo me encierro para no oir nada y abro mi ventana... que nada me interesa de alrededor, me subo a lo más alto de la locura, me encuentro a mi princesa hablando con la luna echándose carreras a ver quien es más puta... que no me da la gana pasar media vida buscando esa droga que tal vez no exista.

9.11.04

amén

El tiempo de la vida humana no es más que un punto, y su sustancia un flujo, y sus percepciones torpes, y la composición del cuerpo corruptible, y el alma un torbellino, y la fortuna inescrutable, y la fama algo sin sentido... ¿qué puede pues guiar a un hombre? Me crié en las escuelas pías de San Antón, adorando al divino maestro San José de Calasanz, y no tenía ni puñetera idea de quien era San Antón ni el otro mendrugo. Sólo recuerdo que yo era la extraña, porque en vez de religión (en los 80, en España) daba ética, no estaba bautizada, los miércoles de ceniza me quedaba en casita, además de que en las fiestas de navidades siempre hacía de corderito y nunca de virgen María (hay cosas que saltan a la vista). También recuerdo que los curas nos metían mano siempre que podían mientras leíamos los renglones de Dios mío, Dios mío porque me has abandonado... pero eso es lo de menos. Luego los planes cambiaron y mis huesos fueron a dar en otro colegio de Cristianos Adventistas del séptimo día. (Vaya tela) Lo mismo, ni Dios ni Cristo ni nada que fuera real, Unamuno al canto, San Manuel Bueno Mártir que tiene que hacer creer a los que no creen y él siendo creyente no cree... Por este y muchos otros motivos crecí con la convicción de que la iglesia que más ilumina, es por supuesto, la que arde. Además de estar segurísima que después de morir iría sin duda alguna, al infierno. Siempre he preferido el calor. Las campanas de misa los domingos en la esquina de mi barrio, no sólo de pan vive el hombre, amados amémonos los unos a los otros porque Dios es amor... Ama a tu prójimo como a tí mismo (suponiendo que uno se ame a si mismo...) y porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía sino de poder de amor y de dominio propio. Dominio propio? qué gran mentira. No hay nada que esté más lejos para un ser humado que el "dominio propio". Pero todo vale con tal de creer que existe un cielo, hasta dónde llega la estupidez del ser humano que inventa un lugar tan horrible como el infierno con tal de no admitir que después de morir no hay nada. Exactamente lo mismo que antes de nacer. Una gran nada. Quien puede creer que existe un Dios justo y todopoderoso que dentro de mil años bajará a la tierra y emitirá su juicio final y enviará a la hoguera a los pecadores y malhechores. Mi modesta inteligencia no me permite creer esas cosas. La nada no es tan mala ni tan complicada, es como la paz la armonía que tanto reclamamos, es como dormir eternamente y lo más importante, dejar vivir a los demás. En mi opinión, lo bueno de cuando uno mismo se muere es que deja de molestar y parece mejor, más bueno y más majo. Hasta te echan más de menos que en vida. Si lo pensamos racionalmente, la media de edad que alcanza un ser humano es de 70 años de vida, eso significa (calculadora en mano) que has vivido 25.550 días, que has comido 76.650 veces (desayuno comida y cena) y si discutes de media una vez a la semana, al final habrás tenido 3.640 discusiones, claro que si duermes 8 horas al día significa que de 611.520 horas que vives, 203.840 de ellas te las has pasado durmiendo, es decir 23.33 años durmiendo. Si cada dos días te arrepientes de algo, te has arrepentido 12.775 veces repitiendo esa sensación angustiosa que te deja un nudo en el estómago por no poder volver atrás. El corazón late a unas 60 ppm en reposo, luego a lo largo de toda la vida el corazón latirá exactamente 2.201.472.000 veces, normal que esté cansado... Si eres mujer y desde (por ejemplo) los 13 años tienes la regla hasta (por ejemplo) los 47 significa que vas a tener la menstruación unas 408 veces, si cada una de esas veces pierdes 1/2 litro de sangre (por ejemplo) al final habrás perdido 204 litros de sangre. Así, naturalmente. Y si desde los 20 años hasta los 70 te duele mucho la cabeza dos veces a la semana durante unas dos horas cada vez (todas sabemos exactamente qué días...) al final te habrá dolido la cabeza unas 5.200 horas, serán unos 7 meses de tu vida sólo con dolor de cabeza... qué bonito. Puede parecer una exageración y no es que yo esté deseando morirme, ni mucho menos, pero supongo que si ningún acontecimiento lo precipita, cuando me llegue la hora, estaré lo suficientemente cansada de todo como para poder decir "adios" en el amplio sentido de "hasta nunca" y por supuesto... que en paz descanse.

Ácida S

7.11.04

nevermind

Pocas veces recuerdo los encuentros, recuerdo mejor las despedidas, es una mala costumbre. Curioseando en los archivos mentales descubro imágenes, conservo frases o melodías de alguna etapa concreta de mi vida, llevan ahí años y yo sin saberlo, de pronto algo te suena y no sabes de que pero es agradable, como haberlo vivido antes y poder reconstruirlo con los pocos detalles que te quedan en ese rincón oscuro [memoria episódica]. Aunque supongo que las conexiones químicas están muy bien estructuradas, me parece que las neuronas además de almacenar recuerdos se encargan también de modificarlos y alterarlos a su gusto, en el peor de los casos, incluso de borrarlos, llegando a hacernos creer que eso no ocurrió, aunque las consecuencias existan. No es que recuerde todo lo bueno y olvide todo lo malo, pero sí es cierto que hay ciertos episodios que no recuerdo lo más mínimo. Sé que ocurrió y podría recrear ese instante mentalmente pero no sería real porque apenas tengo datos para hacerlo, no tengo detalles, sólo un lugar y una frase, el resto creo que te queda para recordarlo a tí. Todos los días de tu vida. Otras veces parece como si al repetir una acción determinada (como al aprender a leer) la memoria fuese recopilando en una base de datos neuronal ciertas reglas sobre esa acción que no se olvidarán jamás, [memoria semántica]. Se da el caso en que se aprende mal. Y tarde. Aunque de eso te acuerdas toda la vida.
La memoria es traicionera y al final recordará lo que la venga en gana, a mi modo de ver, casi aleatoriamente. El cuerpo sin embargo, tiene su propia memoria, él no olvida tan rápido como el alma. Puedo llevar años sin tocar el piano, la guitarra... y aunque no recuerde en que nota comenzaba esa partitura, me siento a interpretarla y es como si las manos recordaran perfectamente cada una de las teclas, cuerdas... que deben pulsar. Y puede que sea así siempre, insensibles a mis suspiros, llevando su propia vida clandestina, completamente ajena a la razón y...
quien sabe si tienen algo que decirme, algo que recordarme o quizá hoy estén tan frias y encogidas porque se ven enamoradas (y no correspondidas) de otro par de manos cuyo propietario desconozco... Y así con muchas más partes del cuerpo, el corazón se acelera cuando te veo y no sé hasta que punto lo ordeno yo o es él mismo, que se acuerda perfectamente de la última vez. Como para olvidarte...
[lo esencial es invisible a los ojos]
Gestos, comunicación entre trozos de carne, piel y huesos, creo que tus labios se acuerdan de mí pero no saben decírselo a los míos, lenguaje corporal sin precedentes no sirve de nada. Hay que observarlo y escucharlo todo, por eso, aunque no sea el día, aunque no tenga tiempo, creo que me sentaré un rato y cogeré mi guitarra para escuchar atentamente todo lo que mis manos quieran decirme hoy, puede que entienda algo.

Ácida S


1.11.04

congelados

No me esperabas? No importa, la verdad es que yo tampoco ansiaba venir. Que me deshagas en mil sin conocerme no me preocupa estoy acostumbrada al dolor gratuito en medio de la nada, lo que realmente me preocupa es que pierdas tu tiempo en mí. No me odiabas? Olvídame, yo haré lo mismo.
Para mí hay dos tipos de personas, dos tipos de lugares. En realidad dos sensaciones térmicas. Frío. Y calor. Y aquí siempre he tenido frío, me siento congelada. Por fuera y por dentro.
Como si yo fuese la otra parte del imán y justo antes de entrar me hubiese retorcido y al darme la vuelta lo repelo todo. Tu luz y tu sombra, tu silueta estirada y esa cara de pena. Has tenido un mal día? Cuánto me alegro.
Incómoda como nunca aguanto el momento del tirón y los minutos me parecen horas, se me salen las entrañas por la boca y creo que tu pequeño corazoncito no podría soportar todo lo que yo quisiera decirte. A pesar de tener una paciencia infinita y mantener la calma en los peores días, no hay animal tan manso que atado no se irrite, y a veces se me viene a la cabeza un torbellino de agresividad revolucionada, violencia de género femenino. Mujer pensante, mujer despierta, mujer que lucha, mujer violenta... Y no pongas límites a mi alrededor porque los destruiré uno a uno llevándome por delante todo lo que haga falta. Tu incluido.
Desear el mal a alguien nunca está justificado, yo ahora ignoro lo que te queda de existencia pero te deseo todo el dolor que te mereces y escribo tu nombre en un papel que doblo siete veces para que sólo puedas hacerte daño a ti mismo. Y te congelo.
No sé porque extraña razón cada vez que congelo a una persona desaparece automáticamente de mi vida y no la vuelvo a ver.
Es como si trasladara todas las sensaciones negativas al polo norte para que se queden allí, y todas vuestras malas intenciones se quedan heladas en el fondo de mi frigorífico, 23 papelitos cuidadosamente doblados y colocados bien al fondo para bloquear en mi vida todo aquello que no quiero. Estar en mi lista negra no debe ser agradable, una vez más recurro a mis esfuerzos por que nadie me haga daño y sin que me conozcas de nada y sin que te conozca yo a ti, por una simple sensación he decidido que no quiero que entres en mi vida jamás. Y así será porque estás muy lejos de mí. Muy al fondo. En el sitio de los congelados.
(Des)encantada de haberte conocido.

Ácida S.

más cambios


El concierto de Nightwish día 4 de Noviembre cambia de lugar.
Será a las 21:30 horas en La Cubierta de Leganés. (En vez de Divino Aqualung)
Artista invitado: Sonata Arctica

Ácida S