22.6.06

social distorsion


La capacidad de deducción del ser humano tiene sus limitaciones.
La lógica… en la mayoría de las ocasiones brilla por su ausencia. Y en mi mundo interior yo utilizo siempre el mismo baremo para clasificar a las personas.
Los que aprendieron mientras crecían.
Los que no crecieron… los que se quedaron en los 12, los 15 o los 16 años. Estancados.
Con un espíritu de lucha interna contra un sistema que no conocen, por que ni se molestaron en aprenderlo. Hablando de todo de manera superficial, porque de manera profunda se pierden en su ignorancia. [La ignorancia es la noche de la mente, pero una noche sin luna, ni estrellas]
Sí, hablo de aquellos que con 12, 15 o 16 años, dedicaron su tiempo a la play station, a la moto, a ver la tele, a hablar de nada con sus amigas durante 3 horas por el móvil, todos hemos pasado por la edad del pavo (unos con más gloria que otros) pero cuando una etapa llega a su fin, hay que saber cerrar el libro y abrir otro. Claro que a veces la biblioteca que te proporcionan los padres es para llorar…
Cuando toda tu vida gira en torno a salir a emborracharse el fin de semana, a fumarse los días entre porro y porro, a esconder los problemas bajo el polvo de la cocaína… entonces cualquier persona que haya leído más de un libro, que haya dedicado su vida al deporte, al arte, a la cultura, a viajar, resulta ser un bicho raro. [Y yo me parto y me mondo]
Desde luego que esta generación tiene un grave problema que aun no ha identificado.
El problema de la abundancia, de la falta de problemas reales.
Sí. Señores.
La gente que vivió su adolescencia y juventud en los 70, tenía un referente, sabían quien gobernaba, porqué lo estaba haciendo mal, tenían capacidad de sentirse con derecho a protestar las injusticias, porque conocían la ley, porque sabían lo que es justo y lo que no. Y sus inquietudes estaban motivadas por la paz, por la libertad, por el enriquecimiento del alma a través de la cultura, de la libertad de expresión.

Ahora no. Ahora un niño de 15 años tiene su habitación con su televisión con TDT, su dvd, su play station, su móvil de última generación, su ordenador con pantalla plana de montones de Gigabytes y de Gigaherzios para juegos y fotos de guarrillas, su conexión a Internet 24 horas (para más fotos de guarrillas y películas porno) su cámara de fotos digital de 6 megapíxel, su reproductor mp3 con radio y grabadora, camisetas de quicksilver y de el niño, tabla de surf, unos patines usados 2 veces, y miles de cosas que no necesita en el sentido pleno de lo que se entiende por “necesidad” que es: comer, dormir, y pocas cosas más… entonces ya no tiene nada en que esforzarse porque ya está todo hecho, si no estudia le pagarán la academia este verano, si no aprueba le mandarán al colegio privado, su madré estará cual chacha ocupándose de lavarle la ropa y prepararle la comida, lavar sus platos… y el padre llegará a su casa hasta los huevos de trabajar y con tal de no ver el inútil en que se está convirtiendo su hijo le dará 50 euros para que salga a dar una vuelta y no le moleste. Cuando el niño comience a crecer y busque nuevas inquietudes, asesorado por los listos de sus colegas, se pasará los fines de semana yonki perdido, sufriendo por su grave problema: tenerlo todo.

Que como explico entonces que en los 70 también se consumieran drogas?
Bueno, eso es fácil: Porque gilipollas hay en todas partes.

Claro que me extraña que en los 70 las niñas de 12 años fumaran y los niños de 14 le dieran al hachís, los de 16 a la marihuana, y los de 17 a la cocaína.
Nos lo van a poner muy fácil a los que hemos invertido el tiempo en ser útiles, en producir, los que tuvimos nuestra primera tele cuando nos fuimos de casa, los que desde muy pequeñitos fuimos educados para colaborar en casa, quitar nuestro plato, recoger nuestra mierda.
Porque de aquí a 20 años, el mercado laboral va a necesitar cubrir muchos puestos con gente a la que le quede más de media neurona.
Y que además, sepa utilizarla.

Ácida S.

20.6.06

aire


Cuando un ser humano tiene una infancia difícil, en un entorno hostil, educado en una familia disfuncional, tiene dos opciones para desarrollar el resto de su vida.

Eliminar toda conciencia. [Infraempáticos]

Convertirse en el redentor, el que necesita constantemente ayudar a los demás, curar simbólicamente las heridas que les infringieron a ellos. [Supraempáticos]

Adaptación de artículo extraído de
http://www.lucia-etxebarria.com/diario/


No sé como lo hago pero una vez más he ido a dar con ese tipo de personas de la clase vampiro. Salir de esta situación es duro, muy duro. Sobretodo por la lucha interna más que por la lucha externa.

Yo no tengo límites para el universo. Pero sí para mí misma.

Cuando alguien te empuja o te insulta, lo que más te jode no es el empujón o el significado real de lo que te dijo.
Lo que en realidad te revienta es quedarte callado. No decir nada. O peor aun, no PODER decir nada. La prudencia, a veces juega a favor, otras veces juega en contra.
Lo malo es que cuando te aguantas una vez... las aguantas todas. Y la bola va rodando y va creciendo. Y siempre se aloja en el mismo sitio.
En el pecho.
La falta de aire es la peor sensación del mundo. Cuando entra poco oxígeno a los pulmones y a los órganos no les llega su dosis, empiezan a pesar las extremidades, y el cerebro de pronto se vuelve vago y borroso, incluso queda sensación de sordera, de presión en los oídos, de vacío.

Pero todo problema lleva atada su virtud, y también cuando uno revienta una vez con algo en su vida, casi de manera inevitable, va reventando con todo.
Yo nunca he hecho cosas así ... solas, siempre las hago por grupos, porque cuando me lo propongo sé que soy capaz de todo. Y cuando estoy harta de algo, suelo estar harta ya de varias cosas… me maravilla mi enorme capacidad de mandar todo a la mierda y empezar desde cero. Lo hago de vez en cuando.

Y ya tocaba…

Necesitaba respirar.

Ácida S.

17.6.06

fortuna


Una mañana, leí en la portada de un periódico que iba leyendo otra persona el siguiente titular:

“En España ya hay 24.000 ricos oficiales”

España tiene una población de 44.108.530 habitantes. 24.000 ricos oficiales son pocos. Pero para mí son suficientes, porque una (que es una curranta) cuando lee ese titular, lo primero que piensa inevitablemente es: a alguno le gustaré…

Y me imagino a las 9 de la mañana desayunando zumo de naranja natural y croissant con mermelada de arándanos, en la cama, con sábanas de seda, mientras Amadeo lee mi programación para el día: a las 11 bajaré al gimnasio con mi personal trainer, a las 12 baño hidromasaje, a las 13 un brunch, (mezcla entre breakfast y lunch) luego podré dar un paseo con Toro y Loreal, mis dos rottwailer. A las 14:00 hora Española, mi querido Armando (rico oficial) vendrá de su partida de los Miércoles de Golf y tomaremos el almuerzo. Mientras la señorita María Olaya Mendizábal (de origen ecuatoriano) nos sirve el té, comentaremos las noticias del ABC…y se me ocurren así miles de cosas que podría repetir hasta que se acabe mi vida si no tuviera que preocuparme por el dinero.

Luego interiorizo esa vida y la comparo con la mía, la que llevo ahora, lo que sé, lo que pienso, de qué disfruto, lo que siento. Y no me convence mucho, porque tendría que vivir sin problemas y sin amor, no aprendería nada y no sentiría nada. Y muchas cosas ya no tendrían valor porque podría comprarlo todo. No me costaría esfuerzo y no me sentiría útil, ni humana.

Aunque también pienso por otro lado que de 24.000 ricos oficiales: alguno me gustará a mí...

Tentativa de dejar mi teléfono por si alguno de ellos me lee y quiere conocerme - - - anulada por mi dignidad. No obstante, soy una chica simpática, tengo conversación, me gusta el cine, leer, pasear, no doy problemas, gasto poquito.

Madre mía lo que hace la desesperación y tanto calor sin ventilador.

Ácida S.

12.6.06

hard




La introducción. Quizá nunca sepas que todos los días cuento el tiempo que he perdido en ti. Los gramos de salud y de dignidad que he puesto en la balanza. Partes de mí, que puse sobre la mesa. Me lo jugué todo. Y casi pierdo por nada.
Por mantenerte a mi lado.

La solución. He necesitado muchos gin-tonic para ahogar todos los malos recuerdos. Mucho alcohol para desinfectar las heridas abiertas que me dejaste por dentro. Hielo para calmar mi dolor. Limón para dejar menos cicatriz.
Una marca inevitable que te deja la vida.

La tragedia. Pero me tocó ser YO. [Afortunadamente] Y no TU.
Pasando siempre por encima de todo con tal de conseguir lo que quieres. Venderías a tu madre por un buen rato.
Y como el ser humano es de naturaleza positiva, resulta que en mi memoria tenían más peso algunos buenos momentos que dejaste a tu paso. También inevitables.
He tenido que hacer un gran esfuerzo para volver a revivir con todo lujo de detalles cada desplante, cada abandono, cada mala cara, cada teléfono colgado mientras te pedía ayuda, cada estupidez que he tenido que oír de tu boca de mamarracho, cada vez que tuve que compartir algo más que la cama contigo, sólo porque era la única manera de percibir algún sentimiento de cariño por tu parte. [Sí. Muy triste]

La tortura. Cada vez que te colgaste de mi cuello hasta ahogarme, para dejarte llevar, para esperar que yo tirase del carro. Y lo más reciente, la vez que rechazaste mi amistad, creada mucho antes de la catástrofe emocional, lo que me hace pensar que tal y como imaginaba, todo lo que juraste que me apreciabas, me admirabas y me querías en el último momento de desesperación, en tu intento tardío de recuperarme…
Era mentira.
Decidiste superarlo a base de convencerte a ti mismo, de auto engañarte repitiéndote que toda la culpa había sido mía. Como siempre, parecía ser que todos en este mundo tenemos la obligación de cuidar de ti.
¿Y a mí? ¿A mí quien me cuidó? [Mi puta madre]
Era más sencillo para tu mente limitada, pensar que alguien me convenció… que te “robaron” algo… en lugar de admitir que me perdiste (por torpe), que tomé yo sola la decisión de no querer saber más de ti.
Era necesario para poder dormir.
Para poder volver a amar en el único plano que sabes hacerlo.
El horizontal.

La pérdida. Lástima el daño innecesario que he hecho a mi alrededor a la gente que realmente me importa. Todavía me pregunto, después de haber soportado estar a tu lado, porqué te sorprendía tanto mi pasión por Marilyn Manson. No ves que estuve enamorada de ti? Hay algo más grotesco? Claro que Manson por lo menos ha leído libros y escribe canciones. Creo que lo más que has llegado a leer tú son las instrucciones del aire acondicionado de tu coche.

La que ya no está. Te faltan muchas cosas por aprender y muchos años por cumplir para poder estar a la altura. No lo estuviste, ni antes ni después.
No olvides nunca que no me echaste de tu vida, simplemente no tuviste nada que aportarme, porque careces de todo aquello que pueda despertar mi interés y mi pasión.
Que de todo lo que dices que eres sólo me ha quedado un nombre. Unido a una sensación de angustia y de rechazo.
Espero que si algún día nuestras vidas vuelven a cruzarse, seas lo suficientemente hombre como para apartarte de mi camino.
Nadie quiere una persona como tu a su lado.
Espero que hayas encontrado la [princesita] enfermera que te atienda, cual inválido físico y mental que eres. Ya ves, ese disfraz era una indirecta. Y seas feliz en la ignorancia de lo que es hacer feliz a otra persona.
Querer de verdad.

¿Si no duele no es amor?
Rotundamente NO.

¿No existe un cielo para mí que no seas tú, ni un infierno que me queme más que estar sin ti?
Bueno.
Aprendí a vivir con ello.
He tardado y he perdido mucho tiempo. Pero por lo menos no tuve que inventarme una historia sobre lo buena que soy y lo malos que son los demás para creérmela y poder superarlo.

Ácida S.




2.6.06

cerrado



Por derribo:

"Hay que saber cuando una etapa llega a su fin.
Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir.
Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos... no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron.
Puedes pasar mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en tu vida se convirtieron de repente en polvo.
Pero una actitud así supondrá un desgaste inmenso para todos: tu país, tu cónyuge, tus amigos, tus hijos, tu hermano; todos ellos estarán cerrando ciclos, pasando página, mirando hacia delante, y todos sufrirán al verte paralizado.
Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver.
Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello.
Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, cambiar de casa, donar cosas a los orfanatos, vender o dar nuestros libros. Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón.
Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar.
Dejar para siempre.
Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor. Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: eso no hace sino envenenarte.
Nada hay más peligroso que las rupturas amorosas que no aceptamos, las decisiones siempre pospuestas en espera del “momento ideal”. Antes de comenzar un nuevo capítulo hay que terminar el anterior: repítete a ti mismo que lo pasado no volverá jamás. Recuerda que hubo una época en que podías vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay nada insustituible, que un hábito no es una necesidad. Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante. Cerrar ciclos. No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo. Deja de ser quien eras y transfórmate en el que eres."

Paulo Coelho

Después de meses, años esperando que la herida cierre por si sola. Me planto.

Ya la cierro yo.

Ácida S.