27.5.05

the house of the rising sun



Las pequeñas cosas, como siempre, hacen que las desgracias pasen desapercibidas la lado de mi casa. Sin enterarme. Parece que la tragedia continuada durante mucho tiempo acaba convirtiéndose en comedia. [Y yo me río]
Me río del estress, me rio de la angustia, me rio de la fauna ibérica que hay suelta por el mundo y del cambio constante del universo... No te resistas, déjate llevar por el torrente, que oponiendo resistencia sólo vas a lograr lastimar tus patitas. En fin, que te voy a contar, métete tu hocico donde te quepa y los pequeños cerditos serán felices y comeran perdices.
Si al final es cierto que el tiempo pone a todo el mundo en su sitio, que el que ríe el último ríe mejor, que arrieros somos y en el camino nos encontraremos, yo prefiero no perder el tiempo buscando venganza, que si lo dedico a ser feliz posiblemente, acabe jodiendo más.
Que quede bien claro que para mí la vida no es lo que pesas, lo que mides ni lo que lo que aparentas, no es cómo hueles ni es cuánto ganas, ni tan siquiera es cómo piensas.
Nos vamos como venimos, y para mí cada día que no estoy bajo tierra es un gran día.
Cuando seas capaz de apreciar que estas vivo, dejarás de tener problemas, dudas y preocupaciones. Cada día que no haces lo que deseas además de un día perdido es bajar un escalón en la integridad y en la dignidad. Por eso creo un lugar donde siempre estoy bien que ni siquiera es físico, donde siempre que esté viva brilla el sol. Por eso tomo las riendas de mi existencia cada mañana y me propongo que pase lo que pase, al irme a dormir tenga la seguridad de poder sonreir porque durante las 24 horas he sido yo misma.
Y sobretodo...
Porque la persona con la que duermo, es la persona a la que quiero para el resto de mi vida.

La soledad.

Ácida S.

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