4.5.05

100% algodon

Las niñas buenas van al cielo,
las malas van a todas partes...
Y yo ya he visto tanto... Después de tantos disgustos, de tanto tiempo, de darle tantas vueltas al mismo tema, de dudar, de tirarme de los pelos, de desesperarme dándome de cabezazos contra la pared, de identificar lo que siempre he intentado aprender: qué es bueno para mí, y qué no lo es. Qué quiero tener, qué puedo tener, qué debo tener... Por fin lo he encontrado todo. Y no era tan difícil, lo que pasa es que a menudo es triste asumir la realidad y llamar a las cosas por su nombre, si lo hubiera hecho antes, si hubiese sabido que tenía solución y que el tiempo lo cura todo... habría vivido mucho más tranquila todo este tiempo. No hay nada que el tiempo no cure. Ni pena que la muerte no acabe. Pero no hace falta morirse, yo pongo mi primera lavadora y casi se me saltan las lágrimas de felicidad al comprobar que ahora sí. Lo tengo todo.
Amor.
Salud.
Paz Interior.
Y un sofá. 100% algodón, para dejarme caer cada día y que absorva todas mis dudas, y mis penas. Es agradable llegar a casa y que me hagan la cena, que me cuiden, que me mimen, que me doblen la ropa, que me pregunten que tal estoy o qué me preocupa. Que me entiendan, que me respeten, y que me escuchen. Que acepten cómo soy sin condiciones. Que se esfuercen por mí, y que ya no estoy enferma como para pensar que no me lo merezco porque ahora soy consciente de que ESO es lo NORMAL. El resto, es una aberración de la normalidad, llámalo Anormalidad, llámalo SUBnormalidad. Para lo que viene al caso yo sólo puedo decir que nunca había dormido tan profundamente, que jamás me había sentido tan completa. Pensar que estaba todo delante de mis narices y que casi no lo veo... Ahora, sonreír constantemente es muy fácil, estar alegre, mi estado natural, y las lágrimas sólo son de emoción. Si estoy preocupada siempre hay alguien que me apoya y si hago algo mal tengo quien reconozca mi esfuerzo y mi intención.
No pasa nada, si he tenido que perder tanto el tiempo, la salud y la paciencia, ahora sé que ha valido la pena. Que de todo se aprende, hasta la experiencia más horrible, todo lo que no te mata, te hace más fuerte. Porque nunca imaginé que era tan fácil que alguien estuviera orgulloso de mi, que bastaba con ser yo misma y permanecer al lado sólo de quien me dá calor y de quien de corazón, quiere lo mejor para mí.
Desde las nubes más altas del cielo...

Ácida S
(que hoy está un poco menos ácida y un poco más dulce)

No hay comentarios: