3.7.05

breaking the habits

Sale el sol por la mañana, por la mañana sale el sol. Sale el sol por la mañana y por la noche salgo yo. Retomo mi vida vampírica, gótica, oscura y siniestra para reencontrarme conmigo misma y dejar atrás por fin todo aquello que me pesa. El tiempo pone a todo el mundo en su sitio y la cabra tira al monte. Super a favor del pelo negro, los ojos negros y los collares de pinchos. Viva la elegancia, y me alegra que el resto del mundo sea tan ordinario porque me hacen sentir especial.
Hace demasiado calor como para soportar ciertas cosas, y tengo sólo una vida por delante como para desperdiciar un sólo minuto más en algo que no me cunde.
Realmente las preocupaciones de la humanidad que se recogen en la caja tonta me resbalan por la espina dorsal. Al fin y al cabo, aunque digan que los que nos hemos criado en la fauna ibérica de la calle y la mala gente sólo somos eso... mala gente. A mí el tiempo sólo me demuestra que el mayor problema de la humanidad es precisamente la falta de problemas. Es como si las personas inseguras hubiesen tenido demasiado tiempo para pensar en sí mismas. Y aquellas con muchos complejos habrían desperdiciado mucho tiempo mirándose al espejo. Si somos dueños de lo que callamos y exclavos de lo que decimos, confío que el resto de mi vida me pueda sentir tan libre como me he sentido hasta ahora.
Llegados a este punto, me toca todo el coño.


Ácida S.

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