12.6.06

hard




La introducción. Quizá nunca sepas que todos los días cuento el tiempo que he perdido en ti. Los gramos de salud y de dignidad que he puesto en la balanza. Partes de mí, que puse sobre la mesa. Me lo jugué todo. Y casi pierdo por nada.
Por mantenerte a mi lado.

La solución. He necesitado muchos gin-tonic para ahogar todos los malos recuerdos. Mucho alcohol para desinfectar las heridas abiertas que me dejaste por dentro. Hielo para calmar mi dolor. Limón para dejar menos cicatriz.
Una marca inevitable que te deja la vida.

La tragedia. Pero me tocó ser YO. [Afortunadamente] Y no TU.
Pasando siempre por encima de todo con tal de conseguir lo que quieres. Venderías a tu madre por un buen rato.
Y como el ser humano es de naturaleza positiva, resulta que en mi memoria tenían más peso algunos buenos momentos que dejaste a tu paso. También inevitables.
He tenido que hacer un gran esfuerzo para volver a revivir con todo lujo de detalles cada desplante, cada abandono, cada mala cara, cada teléfono colgado mientras te pedía ayuda, cada estupidez que he tenido que oír de tu boca de mamarracho, cada vez que tuve que compartir algo más que la cama contigo, sólo porque era la única manera de percibir algún sentimiento de cariño por tu parte. [Sí. Muy triste]

La tortura. Cada vez que te colgaste de mi cuello hasta ahogarme, para dejarte llevar, para esperar que yo tirase del carro. Y lo más reciente, la vez que rechazaste mi amistad, creada mucho antes de la catástrofe emocional, lo que me hace pensar que tal y como imaginaba, todo lo que juraste que me apreciabas, me admirabas y me querías en el último momento de desesperación, en tu intento tardío de recuperarme…
Era mentira.
Decidiste superarlo a base de convencerte a ti mismo, de auto engañarte repitiéndote que toda la culpa había sido mía. Como siempre, parecía ser que todos en este mundo tenemos la obligación de cuidar de ti.
¿Y a mí? ¿A mí quien me cuidó? [Mi puta madre]
Era más sencillo para tu mente limitada, pensar que alguien me convenció… que te “robaron” algo… en lugar de admitir que me perdiste (por torpe), que tomé yo sola la decisión de no querer saber más de ti.
Era necesario para poder dormir.
Para poder volver a amar en el único plano que sabes hacerlo.
El horizontal.

La pérdida. Lástima el daño innecesario que he hecho a mi alrededor a la gente que realmente me importa. Todavía me pregunto, después de haber soportado estar a tu lado, porqué te sorprendía tanto mi pasión por Marilyn Manson. No ves que estuve enamorada de ti? Hay algo más grotesco? Claro que Manson por lo menos ha leído libros y escribe canciones. Creo que lo más que has llegado a leer tú son las instrucciones del aire acondicionado de tu coche.

La que ya no está. Te faltan muchas cosas por aprender y muchos años por cumplir para poder estar a la altura. No lo estuviste, ni antes ni después.
No olvides nunca que no me echaste de tu vida, simplemente no tuviste nada que aportarme, porque careces de todo aquello que pueda despertar mi interés y mi pasión.
Que de todo lo que dices que eres sólo me ha quedado un nombre. Unido a una sensación de angustia y de rechazo.
Espero que si algún día nuestras vidas vuelven a cruzarse, seas lo suficientemente hombre como para apartarte de mi camino.
Nadie quiere una persona como tu a su lado.
Espero que hayas encontrado la [princesita] enfermera que te atienda, cual inválido físico y mental que eres. Ya ves, ese disfraz era una indirecta. Y seas feliz en la ignorancia de lo que es hacer feliz a otra persona.
Querer de verdad.

¿Si no duele no es amor?
Rotundamente NO.

¿No existe un cielo para mí que no seas tú, ni un infierno que me queme más que estar sin ti?
Bueno.
Aprendí a vivir con ello.
He tardado y he perdido mucho tiempo. Pero por lo menos no tuve que inventarme una historia sobre lo buena que soy y lo malos que son los demás para creérmela y poder superarlo.

Ácida S.




No hay comentarios: