a ti

Aunque no te vea todos los días, sabes que estás.
Que tienes la mitad de mi corazón, la mitad de mi sonrisa, de mi buen humor, de mi ironía.
Que me has querido más que a nadie, peor que nadie a veces. Pero aun me quieres y me querrás toda tu vida.
Gracias por hablarme mirándome a los ojos, como nadie puede hacerlo.
Por reaparecer de vez en cuando, por estar presente en cada día. Por querer saber de mí, aunque aun te duela.
Por mantener la ilusión y alimentarme de ella. Por poner un siempre y un nunca en cada una de tus frases. Por hablarme, por escucharme. Por no intentar olvidarme. Porque sin estar a tu lado ya soy la más especial y la más importante.
Por aceptar mi momento y comprender que ya no puedo amar a nadie.

Por respetar los principios que definen hoy mi existencia:

No tener
Para no perder

No querer
Para no sufrir

No soñar
Para no llorar

No sentir
Para no vivir

Y que por lo menos tu no seas, como todos los demás, los que pasan por pasar, de los que solo me queda adn en algún vaso, o en alguna colilla.

Ácida S.