pasa la vida
y a veces pasa sin pasar
y a veces paras sin pensar [lapsus linguae]
resulta
que han pasado ya
mil cuatrocientos sesenta días
desde aquel en que decidí
ser más-yo y publicar-me a mí
arriesgándolo todo
para poder leer hoy la lista
de todo lo que he perdido
de lo que me he liberado
ordenada por meses, imborrable
un apunte al margen, una nota al viento
una imagen, una canción
para cada movimiento
y de escribirle papelitos al congelador
he pasado a artículos de arte mayor
donde rimas consonantes, asonantes
y a veces discordantes
retumban entre las líneas que vomito
de par en par
de dos en dos son cuatro
cuatro años ya
No hay comentarios:
Publicar un comentario