accidents happen

querer es sufrir

por eso mi cabeza nunca quiere [muera el amor]
pero hay algo dentro de mí
un trozo de carne alojada en el pecho
a la que le cuesta horrores decir que no
cuando es que sí

ni te imaginas lo que he tenido que pasar hasta llegar a ti
cosas que prefiero no pensar
que hubiera preferido no vivir
en caso de haber tenido elección [lo sabes]

como todo lo que vale la pena
llegas al calor pasando mucho frío
pero llegas
con bendita, santa e infinita entereza

porque cae agua limpia
hasta de las nubes negras

al final, las circunstancias que han unido nuestros caminos
son sólo cosa nuestra
lo que a nosotros nos da igual
no entiendo a quien más le tiene que importar

el resto ya lo ha demostrado el tiempo
durante más de setecientos treinta días

perfectos

si me vuelven a preguntar si no había otra persona en el mundo
diré, de nuevo, no

ninguna

tenías que ser tu, te llevo en la sangre
cada vez que me busco, te encuentro

seguramente no tendremos hijos
prefiero pasar mi tiempo viajando
de paraíso en paraíso
volando del verano al invierno
huyendo del calor al frío

seguramente nunca me casaré contigo
porque no hay papel ni ceremonia en el mundo
capaz de representar lo que nos ha unido

sólo sé que para mí sigues siendo el hombre
del que aquel viernes me sobraron horas para enamorarme

para decirte que no necesito saber cómo eres
[conocerse es el relámpago]

porque sólo tengo ojos para tí

que el hecho de que nunca vayas a leer esto
es libertad y reconocimiento

y que me alegro de no haber sido injusta contigo
porque habría sido lo más fácil
dar por sentado que serías igual
otro ceRo a la izquierda en horizontal y vertical
otro cerDo a la izquierda de la moral

me habría ahorrado tener que callarme
sabes que hay muchas cosas que no he hecho por respetarte
por hacer las paces con mi pasado
y qué coño, por que no le debo nada a nadie

pero también me habría perdido estos dos años
me habría perdido hacerlo todo por tí [de Tauro a Tauro]

actos de generosidad y confianza
que intento no conceder ni recibir
y una inevitable complicidad
que sólo hasta aquí
ya me ha compensado