7.11.04

nevermind

Pocas veces recuerdo los encuentros, recuerdo mejor las despedidas, es una mala costumbre. Curioseando en los archivos mentales descubro imágenes, conservo frases o melodías de alguna etapa concreta de mi vida, llevan ahí años y yo sin saberlo, de pronto algo te suena y no sabes de que pero es agradable, como haberlo vivido antes y poder reconstruirlo con los pocos detalles que te quedan en ese rincón oscuro [memoria episódica]. Aunque supongo que las conexiones químicas están muy bien estructuradas, me parece que las neuronas además de almacenar recuerdos se encargan también de modificarlos y alterarlos a su gusto, en el peor de los casos, incluso de borrarlos, llegando a hacernos creer que eso no ocurrió, aunque las consecuencias existan. No es que recuerde todo lo bueno y olvide todo lo malo, pero sí es cierto que hay ciertos episodios que no recuerdo lo más mínimo. Sé que ocurrió y podría recrear ese instante mentalmente pero no sería real porque apenas tengo datos para hacerlo, no tengo detalles, sólo un lugar y una frase, el resto creo que te queda para recordarlo a tí. Todos los días de tu vida. Otras veces parece como si al repetir una acción determinada (como al aprender a leer) la memoria fuese recopilando en una base de datos neuronal ciertas reglas sobre esa acción que no se olvidarán jamás, [memoria semántica]. Se da el caso en que se aprende mal. Y tarde. Aunque de eso te acuerdas toda la vida.
La memoria es traicionera y al final recordará lo que la venga en gana, a mi modo de ver, casi aleatoriamente. El cuerpo sin embargo, tiene su propia memoria, él no olvida tan rápido como el alma. Puedo llevar años sin tocar el piano, la guitarra... y aunque no recuerde en que nota comenzaba esa partitura, me siento a interpretarla y es como si las manos recordaran perfectamente cada una de las teclas, cuerdas... que deben pulsar. Y puede que sea así siempre, insensibles a mis suspiros, llevando su propia vida clandestina, completamente ajena a la razón y...
quien sabe si tienen algo que decirme, algo que recordarme o quizá hoy estén tan frias y encogidas porque se ven enamoradas (y no correspondidas) de otro par de manos cuyo propietario desconozco... Y así con muchas más partes del cuerpo, el corazón se acelera cuando te veo y no sé hasta que punto lo ordeno yo o es él mismo, que se acuerda perfectamente de la última vez. Como para olvidarte...
[lo esencial es invisible a los ojos]
Gestos, comunicación entre trozos de carne, piel y huesos, creo que tus labios se acuerdan de mí pero no saben decírselo a los míos, lenguaje corporal sin precedentes no sirve de nada. Hay que observarlo y escucharlo todo, por eso, aunque no sea el día, aunque no tenga tiempo, creo que me sentaré un rato y cogeré mi guitarra para escuchar atentamente todo lo que mis manos quieran decirme hoy, puede que entienda algo.

Ácida S


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