8.2.06

japi flay


Hoy he visto por fin en tu cara una sonrisa. Qué digo! Era una carcajada.
Y te la he provocado yo.
Ignoraba que tu piel rozaba esa flexibilidad, ignoraba que tus labios, podían tener otra pose distinta, que la de la tristeza.
Han sido muchos meses ya, viendo tus ojos empañados, tus manos temblorosas, escuchando tus dudas a través de tus silencios. Tus gritos, tus confesiones. Qué desperdicio de lágrimas, que falta de tacto por parte de tu cuerpo, el no dejarte expresar más que los desastres, que rodean tu humilde existencia.
Carita de pena, no te preocupes, que si algo puedo enseñarte es a valorarte a ti misma con el mejor humor del mundo. Y me deshago en payasadas, en ironías de la vida, en fonemas imposibles que nos hacen perder el sentido del tiempo y la importancia de las cosas que son urgentes.
Antes que nada.
Antes que nada tu alegría, y luego ya veremos si nos quedan ganas para la seriedad y los cumplidos. Tantas cosas que decirte que no sé como empezar. Despliego todo mi ingenio, descubro cosas de mí misma que no sabía que tenía. Poca vergüenza.
Sólo me ha hecho falta recurrir por un momento a mi época más hardcore para soltarte lo más macabro que se me ha pasado por la cabeza. Y te has reído, apoyada contra la pared con la mano en el estómago y con una expresión en la cara que no era tuya, sino de alguien que hace mucho había vivido dentro de ti.
Tu misma.

Ácida S.

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